Año nuevo, vida nueva: nuevos proyectos, ilusiones, propósitos, es como si el nuevo calendario trajera consigo una dosis de esperanza; para seguir adelante, para luchar y no dejarse vencer... para encontrarle un sentido a esto que llamamos vida.La lista de propósitos siempre es enorme, desde perder peso, hacer ejercicio, dejar de fumar, casarse, encontrar a alguien, ahorrar, viajar; ganar más y trabajar menos; en fin, las razones son infinitas.
Siempre escuchamos o decimos que hay que vivir el día a día como si fuera el último, como si el mundo se fuera a acabar mañana, por lo que dicen los mayas, porque no sé si cuando cruzo la calle algún loco me atropella, me da una bala perdida o suceda alguna de las 134657 maneras de morir.
Realmente uno no tiene certeza sobre el futuro, pero pareciera que sí, todos nuestros planes están programados a mañana, pasado mañana, un mes, un año. No vivimos en el "aquí y ahora", nuestro cuerpo esta aquí pero nuestra mente está en alguna otra parte, en los planes de mañana, en lo que no debimos haber hecho o dicho y lo hicimos, en el asunto que dejamos pendiente y muchas veces no apreciamos el momento, el gesto fugaz, la palabra, el ahora.
Personalmente, tengo una manía por hacer planes, por intentar encajar todo; y al final del día observo que nada me salió como lo tenía previsto... y como dicen por ahí, muchas veces sucede que las mejores cosas son las que no se planean.
Así que en este 2012 voy a planear menos y vivir más, esforzarme mucho para observar los resultados que anhelo, conservar el cariño de mis amigos, el de mi familia y el amor de mi vida, de ese que me hace sentir viva y querer ser una mejor mujer... para soñar, reír, llorar... VIVIR!
